Cómo toman decisiones los ordenadores: la verdad binaria que nadie te cuenta
Tu ordenador toma miles de millones de decisiones por segundo usando solo dos números: 0 y 1. Así es como funciona realmente, y por qué es más importante de lo que crees.
El interruptor de la luz de tu pasillo
Déjame contarte una historia sobre el interruptor de la luz de tu pasillo. Probablemente lo has usado miles de veces sin pensarlo. Hacia arriba, la luz se enciende. Hacia abajo, la luz se apaga. Sencillo, ¿verdad?
Ese humilde interruptor, ese que apenas notas, guarda el secreto de cómo funciona cada ordenador del mundo. No es una metáfora. Es literal, real y absoluto.
Verás, ese interruptor solo puede estar en dos posiciones: encendido o apagado. Nunca a medias. Nunca "casi encendido". O la electricidad fluye y la bombilla se ilumina, o no fluye y tu pasillo permanece a oscuras. Dos opciones. Eso es todo.
Esta es la parte increíble: Tu smartphone tiene unos 15 mil millones de interruptores diminutos en su interior. Cada uno más pequeño que un grano de arena. Cada uno haciendo exactamente lo mismo que el interruptor de tu pasillo, simplemente encendiéndose y apagándose. Nada más sofisticado.
Y de estos miles de millones de simples interruptores de sí o no, de encendido o apagado, obtenemos todo:
- 📱 Tus fotos y mensajes de texto
- 🗺️ Mapas que te dicen a dónde ir
- 🎥 Vídeos de tus nietos
- 🔐 Aplicaciones que reconocen tu cara para desbloquear el teléfono
Todo proviene de interruptores que se encienden y apagan muy, muy rápido.
¿Suena demasiado simple para ser verdad? Quédate conmigo. Te voy a mostrar cómo algo tan básico como un interruptor de luz crea lo que parece magia.
El problema del restaurante
Imagina que llamas a tu restaurante favorito para hacer una reserva para cenar. La persona que responde empieza a hacerte preguntas:
"¡Buenas noches! ¿Ya tiene una reserva con nosotros?"
"Sí," dices.
"¡Maravilloso! ¿Es usted uno de nuestros miembros de fidelidad?"
"Sí, lo soy."
"¡Perfecto! Le sentaremos en su mesa favorita junto a la ventana. ¡Nos vemos a las 7!"
Ahora imagina una llamada diferente:
"¿Tiene una reserva?"
"No, no tengo."
"¿Su grupo es de más de seis personas?"
"Sí, somos ocho."
"Lo siento mucho, estamos completos para grupos grandes esta noche. ¿Podría sugerirle mañana?"
¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar? El personal del restaurante tomó una decisión sobre dónde sentarte, o si podían sentarte, haciendo simples preguntas de sí o no. Cada respuesta era binaria: sí o no. Y basándose en esas respuestas, tomaron lo que parece una decisión complicada.
Así es exactamente, y quiero decir exactamente, cómo tu ordenador toma cada una de sus decisiones. Hace millones de preguntas de sí o no, increíblemente rápido, y usa las respuestas para decidir qué hacer.
¿Debería este correo ir a tu bandeja de entrada o a la de spam?
El ordenador pregunta: ¿Contiene palabras como "urgente"? Sí o no. ¿Proviene de alguien que conoces? Sí o no. ¿Tiene enlaces extraños? Sí o no. Suma todas esas respuestas de sí o no y, ¡zas!, decide: carpeta de spam.
¿Debería tu teléfono desbloquearse cuando lo miras?
¿Coincide esta cara con el patrón almacenado? Sí o no, repetido millones de veces en cada detalle de tu cara, y el teléfono decide: desbloquear o permanecer bloqueado.
Decisiones complejas, tomadas a partir de montones y montones de simples preguntas de sí o no, respondidas más rápido de lo que puedes parpadear.
¿Por qué solo dos? El interruptor de tres vías que lo arruinó todo
Quizás te preguntes: ¿por qué solo sí y no? ¿Por qué no tener tres opciones? ¿O diez? ¿No haría eso a los ordenadores más inteligentes?
Aquí tienes una historia que explica por qué eso no funciona.
En los años 40 y 50, cuando se estaban construyendo los primeros ordenadores, algunos ingenieros pensaron: "Oye, ¿por qué limitarnos a encendido y apagado? ¡Hagamos interruptores con tres posiciones: apagado, medio y encendido!"
Parecía inteligente. Más opciones, más potencia, ¿verdad?
Error. Esos ordenadores fueron un desastre.
Se colgaban constantemente. ¿Por qué? Porque con tres posiciones, el interruptor podía quedarse atascado entre ajustes. El ruido eléctrico podía hacer que "medio" pareciera "encendido". El polvo podía hacer que "apagado" pareciera "medio". Las máquinas eran pesadillas poco fiables.
¿Pero los interruptores de dos posiciones? Sólidos como una roca.
O la electricidad fluye o no fluye. Incluso si hay interferencias, incluso si el interruptor está un poco desgastado, todavía se puede saber: ¿está fluyendo la corriente? Sí o no. Claro como el agua.
Es como preguntarle a alguien "¿Estás en casa?" en lugar de preguntar "En una escala del 1 al 10, ¿cómo de en casa estás?". La primera pregunta tiene una respuesta clara. La segunda es simplemente confusa.
Así que los ordenadores usan dos posiciones, encendido y apagado, porque es la única manera de hacer algo fiable. Y a esas dos posiciones las llamamos "1" y "0" o "sí" y "no" o "verdadero" y "falso". Diferentes palabras, misma idea: binario. Dos opciones.
Los patrones secretos: cómo el sí y el no construyen todo
Vale, tenemos miles de millones de interruptores que pueden estar encendidos o apagados. ¿Cómo pasamos de ahí a, digamos, reconocer tu voz cuando le pides a tu teléfono el tiempo de mañana?
El secreto está en combinar interruptores en patrones que responden a tipos específicos de preguntas. Déjame mostrarte algunos, usando cosas que ya conoces.
La cámara acorazada del banco: se necesitan ambas llaves
¿Sabes cómo en las películas, la cámara acorazada de un banco necesita dos personas con dos llaves diferentes, y ambas tienen que girar sus llaves exactamente al mismo tiempo para que la cámara se abra?
- ✗ ¿Una persona sola con su llave? La cámara permanece cerrada.
- ✗ ¿La otra persona sola? Sigue cerrada.
- ✓ ¿Ambas juntas? Clic, la cámara se abre.
Ese es un patrón que los ordenadores usan constantemente. Comprueban: ¿es la condición A verdadera Y es la condición B verdadera? Solo si AMBAS son sí, el ordenador dice sí.
Ejemplo: iniciar sesión en tu cuenta bancaria online
El ordenador comprueba: ¿Es correcto el nombre de usuario? Y ¿es correcta la contraseña? Ambas tienen que ser sí. ¿Solo una? No tienes acceso.
La casa con dos puertas: cualquiera de las dos sirve
Ahora imagina que tu casa tiene una puerta delantera y una trasera. Puedes entrar si la puerta delantera está abierta O si la puerta trasera está abierta O si ambas están abiertas. Solo necesitas al menos una forma de entrar.
- ✗ ¿Ambas cerradas? Estás atrapado fuera.
- ✓ ¿Delantera abierta pero trasera cerrada? Entra por la puerta de adelante.
- ✓ ¿Delantera cerrada pero trasera abierta? Entra por la puerta de atrás.
- ✓ ¿Ambas abiertas? Elige la puerta que prefieras.
Ese es otro patrón. El ordenador comprueba: ¿es la condición A verdadera O es la condición B verdadera? Si al menos una es sí, el ordenador dice sí.
Ejemplo: ver un documento en tu teléfono
¿Eres el propietario? ¿O alguien lo compartió contigo? ¿O eres un administrador? Cualquiera de esas siendo sí te permite entrar.
El día de lo contrario: dale la vuelta a todo
¿Recuerdas jugar al día de lo contrario cuando eras niño? Todo significa lo opuesto a lo que normalmente significa.
El patrón NO le da la vuelta a todo
Toma una respuesta y dale la vuelta. Sí se convierte en no. No se convierte en sí. Verdadero se convierte en falso. Encendido se convierte en apagado.
Como comprobar: ¿NO has iniciado sesión? ¿NO se encuentra el archivo? ¿NO está marcada esta casilla? El ordenador toma la respuesta y la invierte.
Las luces de la escalera: el cambiazo
Este es mi favorito porque apuesto a que lo has usado sin darte cuenta de lo que nos enseña sobre los ordenadores.
¿Conoces las escaleras con interruptores de luz tanto abajo como arriba? Puedes pulsar cualquiera de los dos interruptores para encender o apagar la luz. Subes las escaleras a oscuras, pulsas el interruptor de arriba, la luz se enciende. Bajas, pulsas el interruptor de abajo, la luz se apaga.
El patrón XOR comprueba si las cosas son diferentes
La luz está encendida cuando los dos interruptores están en posiciones DIFERENTES. Cuando están en la MISMA posición, la luz está apagada.
Los ordenadores usan este patrón para comprobar: ¿son estas dos cosas diferentes? ¿Ha cambiado algo? ¿Es esto lo contrario de aquello?
Y esto tiene una contrapartida: comprobar si dos cosas son IGUALES. Como comparar contraseñas, o comprobar si tu cara de hoy se parece a tu cara de ayer. ¿Iguales? Sí. ¿Diferentes? No.
Estos patrones simples, estas formas sencillas de combinar respuestas de sí o no, son los componentes básicos de todo lo que hace tu ordenador. Todo.
Los cinco patrones simples
Tu cafetera (y cómo es más lista de lo que crees)
Hablemos de algo que probablemente usas cada mañana: una cafetera. Del tipo simple con temporizador.
La llenas de agua y café molido antes de acostarte. Pones el temporizador para las 7 AM. Te vas a dormir. Y como por arte de magia, te despiertas con café recién hecho.
¿Cómo sabe la máquina cuándo empezar a preparar el café?
Está haciendo preguntas de sí o no, constantemente, durante toda la noche:
¿Son ya las 7 AM? No. Sigue esperando...
¿Son ya las 7 AM? No. Sigue esperando...
¿Son ya las 7 AM? No. Sigue esperando...
¿Son ya las 7 AM? ¡Sí! ☕ ¡Empezar a preparar!
Miles de veces por segundo, la misma pregunta. Y en el instante en que la respuesta cambia de no a sí, la máquina actúa.
Tu ordenador hace lo mismo, pero con millones de preguntas ocurriendo simultáneamente:
- → ¿Se está moviendo el ratón?
- → ¿Alguien ha pulsado una tecla?
- → ¿Está llegando un nuevo correo?
- → ¿Se está agotando la batería?
- → ¿Debería cambiar el brillo de la pantalla?
- → ¿Hay un mensaje de texto?
- → ¿Alguien ha tocado la pantalla?
Millones de preguntas de sí o no, hechas miles de millones de veces por segundo, y el ordenador reacciona en el instante en que cualquier respuesta cambia.
Por eso tu teléfono parece tan receptivo. No es que sea inteligente. Es que hace preguntas muy, muy, muy rápido.
La diferencia entre lo caro y lo barato (que nadie te cuenta)
Aquí hay algo que podría sorprenderte: no todas las formas de hacer preguntas de sí o no cuestan lo mismo.
Imagina que intentas averiguar si tienes suficiente dinero para comprar algo. Podrías:
- A Forma lenta: Sacar la cartera, contar cada moneda y billete, sumarlos con precisión hasta el último céntimo y comparar con el precio.
- B Forma rápida: Echar un vistazo a la cartera y decir: "Sí, tengo suficiente" o "No, me falta".
Ambas te dan una respuesta. Pero la Opción A requiere mucho más tiempo y esfuerzo, ¿verdad?
Los ordenadores se enfrentan a la misma elección. Para algunas tareas, pueden usar el enfoque del vistazo rápido: rápido, simple, apenas consume batería. Para otras tareas, hacen el enfoque lento y preciso de contar cada céntimo: exacto, pero consume mucha batería y tarda más.
Esto es lo que está cambiando: durante años, los ordenadores hicieron casi todo de la manera lenta y precisa. Incluso cuando un vistazo rápido habría sido suficiente.
Comprobar si un correo es spam
¿Realmente necesita el ordenador calcular probabilidades con 16 decimales? ¿O puede simplemente comprobar rápidamente: parece spam? ¿Sí o no?
Desbloquear tu teléfono con la cara
¿Necesita medir cada detalle microscópico con precisión perfecta? ¿O puede simplemente comparar patrones rápidamente y decir: misma cara o cara diferente?
La forma rápida consume unas 100 veces menos batería. ¡Cien veces! Y para muchas tareas, funciona igual de bien.
Algunas empresas (como Dweve y algunas otras) están construyendo sistemas que usan la forma rápida siempre que tiene sentido. ¿El resultado? La batería de tu teléfono dura días en lugar de horas. Tus aplicaciones responden al instante en lugar de con retraso. Y tus datos personales pueden quedarse en tu teléfono en lugar de ser enviados a los servidores de alguna empresa.
Mismos resultados, mucho más eficiente. Todo porque están usando simples preguntas de sí o no en lugar de cálculos complicados.
Cuando tu teléfono reconoce tu cara (el milagro cotidiano)
Hablemos de algo que parece magia: desbloquear tu teléfono mirándolo.
Cuando configuras esto por primera vez, tu teléfono toma algunas fotos de tu cara. Pero esto es lo que no hace: no guarda esas fotos. En su lugar, mira tu cara como un amigo que intenta recordarte.
Lo que tu teléfono nota de tu cara:
- • ¿Qué distancia hay entre tus ojos?
- • ¿Qué forma tiene tu nariz?
- • ¿Dónde están tus pómulos?
- • ¿Tus orejas están altas o bajas?
Docenas de pequeños detalles, del tipo de cosas que notarías si estuvieras estudiando de verdad la cara de alguien.
Luego convierte todas esas observaciones en un patrón. Una huella dactilar, pero para tu cara.
Más tarde, cuando quieres desbloquear tu teléfono, la cámara te mira de nuevo. Mide las mismas cosas. Y entonces juega al juego de coincidencias del que hablamos antes:
- ? ¿Ojos en el mismo sitio? Sí o no.
- ? ¿Nariz con la misma forma? Sí o no.
- ? ¿Pómulos en el sitio correcto? Sí o no.
Miles de estas comprobaciones, increíblemente rápido. Y si suficientes respuestas son sí, el teléfono dice: "¡Es la misma persona!" y se desbloquea.
¿No hay suficientes coincidencias? "Es alguien diferente", y permanece bloqueado.
¿La parte más loca?
Todo esto sucede en menos de un segundo. Miles de comparaciones, miles de comprobaciones de sí o no, y una decisión final: desbloquear o no desbloquear.
Y como todo son preguntas de sí o no (¿es esta característica la misma que la almacenada?), puede ocurrir directamente en tu teléfono. Rápido. Privado. Sin necesidad de internet. El patrón de tu cara nunca abandona tu dispositivo.
Ese es el poder de las simples preguntas de sí o no, hechas muy, muy rápido.
Qué significa esto para tu vida diaria (lo práctico)
Vale, los ordenadores usan preguntas de sí o no para tomar decisiones. Genial. Pero, ¿por qué debería importarte?
Porque afecta a cosas con las que lidias cada día.
🔋 La batería de tu teléfono
¿Sabes lo frustrante que es cuando tu teléfono se queda sin batería a mitad del día? Una gran razón es la computación ineficiente. Aplicaciones que hacen cálculos complicados cuando simples comprobaciones de sí o no funcionarían bien. ¿Un software mejor que usa preguntas simples de sí o no siempre que es posible? Tu batería dura mucho más. Hablamos de días en lugar de horas para algunas tareas.
🔒 Tu privacidad
¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas aplicaciones necesitan conexión a internet para funcionar? A menudo es porque envían tus datos a potentes ordenadores en centros de datos porque tu teléfono "no es lo suficientemente potente" para hacer el trabajo. Pero con la computación eficiente de sí o no, tu teléfono SÍ es lo suficientemente potente. Tus fotos, tus grabaciones de voz, tus cosas personales pueden procesarse directamente en tu dispositivo. Nada necesita salir de tu teléfono. Privacidad por diseño.
⚡ Tu tiempo
¿Enviar datos a internet, esperar una respuesta, recibir la contestación? Eso lleva tiempo. A veces solo milisegundos, pero sientes el retraso. ¿Procesar todo localmente con preguntas eficientes de sí o no? Instantáneo. Sin retraso. Sin esperas.
🌍 Tu planeta
¿Esos enormes centros de datos que procesan los datos de todo el mundo? Usan tanta electricidad como ciudades enteras. El coste medioambiental es enorme y creciente. La computación eficiente en tu dispositivo usa una pequeña fracción de esa energía. No un 10% menos. Más bien un 96% menos para la misma tarea. Multiplica eso por miles de millones de teléfonos y marca una diferencia real para el planeta.
💰 Tu cartera
Mantener esos grandes centros de datos cuesta a las empresas una fortuna. Y te repercuten esos costes a través de cuotas de suscripción, precios más altos o mostrándote anuncios. La computación eficiente en tu dispositivo les cuesta mucho menos. Lo que debería significar mejores precios para ti.
Estos no son beneficios futuros. Esto está sucediendo ahora. Se está construyendo mejor software que respeta cómo funcionan realmente las preguntas de sí o no.
Cómo las preguntas de Sí/No cambian tu día
Los 100 mil millones de decisiones que no notaste
¿Quieres oír algo increíble? Mientras leías este artículo, tu ordenador ha tomado unos 100 mil millones de decisiones.
No es una exageración. Tu dispositivo está comprobando cosas miles de millones de veces por segundo. ¿Se está tocando la pantalla? ¿Llegan nuevos datos? ¿Debería aparecer esta letra en este color? ¿Está el usuario desplazándose? ¿Deberíamos cargar más texto? ¿Es hora de buscar nuevos correos? ¿Está bien la batería?
Cada letra que ves requiere miles de decisiones
- → ¿De qué color?
- → ¿De qué tamaño?
- → ¿En qué lugar exacto de la pantalla?
- → ¿Debería tener una curva arriba?
- → ¿Está el usuario haciendo zoom?
Todo sucede tan rápido que no te das cuenta. Todo son preguntas de sí o no, miles de millones de ellas, trabajando juntas para crear lo que ves.
Y esto es lo que me fascina: tu ordenador no tiene ni idea de lo que está haciendo. No sabe lo que dice este artículo. No entiende qué es un teléfono o por qué querrías desbloquear uno. No puede sentirse feliz por hacer un buen trabajo o molesto por tener que trabajar.
Son solo miles de millones de pequeños interruptores, haciendo preguntas de sí o no, siguiendo reglas que los humanos diseñamos. Preguntas simples, respondidas increíblemente rápido, creando la ilusión de algo inteligente.
Lo cual, si lo piensas, es más impresionante que si fuera realmente inteligente. Porque nosotros construimos esto. Gente normal, usando ideas e ingeniería, creó máquinas que toman miles de millones de decisiones perfectas por segundo usando nada más complicado que interruptores de luz.
Por qué esto empezó con un interruptor
¿Recuerdas cuando te hablé del interruptor de la luz de tu pasillo al principio? Ahora sabes por qué empecé por ahí.
Ese interruptor solo puede estar en dos posiciones. Encendido o apagado. Y esa limitación, esa simplicidad, es exactamente por lo que funciona de manera fiable cada vez que lo usas.
Por qué los ordenadores usan el sistema binario
Lo mismo pasa con los ordenadores. Podrían intentar usar interruptores complicados con muchas posiciones, pero no serían fiables. Cometerían errores. Se desgastarían. Se confundirían.
¿Interruptores simples de sí o no? Simplemente funcionan.
Activa miles de millones de ellos muy rápido, organízalos de forma inteligente y obtienes todo lo que hacen los ordenadores.
Tus fotos. Tus mensajes. Tus mapas. Tus operaciones bancarias. Tus videollamadas con la familia. Todo ello, en el nivel más profundo, son solo interruptores encendiéndose y apagándose, haciendo preguntas de sí o no, miles de millones de veces por segundo.
No es magia. Es algo mejor que la magia. Es el ingenio humano tomando algo tan simple como un interruptor de luz y construyendo el mundo moderno con él.
Lo que necesitas recordar
Si todo esto te parece mucho, esto es lo que importa:
- 1 Los ordenadores usan preguntas de sí o no para todo. Cada decisión, por muy compleja que parezca, se construye a partir de millones de simples respuestas de sí o no. Como la reserva del restaurante, pero millones de veces más rápido.
- 2 Lo simple es fiable. Dos posiciones (encendido/apagado, sí/no) funcionan perfectamente siempre. Tres o más posiciones no serían fiables y causarían errores. Por eso, todos los ordenadores jamás construidos usan el sistema binario.
- 3 Los patrones se combinan para crear complejidad. Esos cinco patrones de los que hablamos (cámara acorazada, dos puertas, día de lo contrario, escalera, juego de coincidencias) se combinan de miles de millones de formas para hacer todo lo que hace tu ordenador.
- 4 No todos los métodos cuestan lo mismo. Algunas formas de computación consumen mucha más batería y tiempo que otras. La forma más eficiente suele ser la más simple: comprobaciones rápidas de sí o no en lugar de cálculos complicados.
- 5 Esto afecta a tu vida diaria. Duración de la batería, privacidad, velocidad, impacto ambiental, coste. Todo esto está directamente influenciado por si tus aplicaciones usan una computación eficiente de sí o no o cálculos complicados que malgastan recursos.
- 6 La computación simple de sí o no permite la privacidad. Cuando las cosas son lo suficientemente eficientes para ejecutarse en tu teléfono, tus datos nunca necesitan salir de tu dispositivo. Sin nube. Sin enviar tus fotos o tu voz a los servidores de la empresa.
- 7 El futuro es volver a lo básico. Después de años de hacerlo todo de la manera complicada, los ingenieros inteligentes se están dando cuenta: para muchas tareas, las preguntas simples de sí o no funcionan mejor, más rápido y de manera más eficiente.
En resumen
Tu ordenador, ya sea tu teléfono, tu portátil o cualquier otro dispositivo, toma miles de millones de decisiones cada segundo. Y cada una de esas decisiones se reduce a sí o no, encendido o apagado, 1 o 0.
No es más complicado que el interruptor de la luz de tu pasillo. Son solo miles de millones de esos interruptores, trabajando juntos, increíblemente rápido.
Durante años, la industria tecnológica complicó las cosas innecesariamente. Usando cálculos sofisticados cuando simples comprobaciones de sí o no habrían funcionado bien. Malgastando batería, perdiendo tiempo, forzando a que todo sucediera en centros de datos lejanos.
Pero eso está cambiando.
Las empresas inteligentes están creando software que respeta la base simple del sí o no. Los resultados son drásticos: teléfonos con baterías que duran días, aplicaciones que protegen tu privacidad, respuestas instantáneas, reducciones masivas en el consumo de energía.
Esto no es tecnología del futuro. Está sucediendo ahora. Tu próximo teléfono, tu próxima actualización de aplicación, puede que ya usen estos enfoques eficientes de sí o no.
Y todo se remonta a algo tan simple como un interruptor de luz. Encendido o apagado. Sí o no. La elección más simple posible, repetida miles de millones de veces por segundo, creando todo lo que consideras el mundo digital.
Así que la próxima vez que acciones el interruptor de la luz de tu pasillo, recuerda: estás usando la misma idea que hace que tu smartphone sea inteligente. Simple, fiable y, de alguna manera, absolutamente brillante.
Empresas como Dweve están construyendo la próxima generación de IA eficiente utilizando estos simples principios de sí o no. En lugar de cálculos complicados, utilizan una rápida comparación de patrones que es 40 veces más veloz y consume un 96% menos de energía. El futuro de la computación no es más complejidad. Es usar la simplicidad de manera más inteligente.
Etiquetas
Sobre el autor
Marc Filipan
Director de Tecnología y Cofundador
Construyendo el futuro de la IA con redes binarias y razonamiento basado en restricciones. Comprometidos con una IA eficiente y accesible.